Como noveno mes del calendario islámico, el Ramadán ocupa un lugar especial en los corazones de los musulmanes de todo el mundo, incluidos los de Marrakech. Este mes santo es un tiempo de ayuno, oración, reflexión y comunidad. La ciudad se transforma durante este perÃodo, ofreciendo una experiencia única para aquellos interesados en presenciar y comprender las costumbres y prácticas religiosas locales.
La esencia del Ramadán
Durante el Ramadán, los musulmanes ayunan desde el amanecer hasta el atardecer, absteniéndose de consumir alimentos y bebidas. Es una práctica destinada a fomentar el crecimiento espiritual, la autodisciplina y la empatÃa por los menos afortunados. En Marrakech, el ayuno comienza con la comida antes del amanecer conocida como Suhoor , que se come antes de las primeras luces del amanecer. El ayuno se rompe con la comida Iftar , que se produce inmediatamente después del atardecer.
Experimentar el Iftar en Marrakech
La ruptura del ayuno es un acontecimiento en sà mismo. Cuando el sol se pone sobre los minaretes y tejados de la ciudad, suena un cañón para señalar el final del ayuno del dÃa. Familias y amigos se reúnen para disfrutar del Iftar, que tradicionalmente comienza con el consumo de dátiles seguido de una rica variedad de alimentos. Los visitantes pueden experimentar Iftar en numerosos entornos a lo largo de Marrakech, desde lujosos buffets de hoteles hasta modestas reuniones familiares.
- Harira: sopa tradicional marroquà hecha con tomates, lentejas, garbanzos y cordero, sazonada con una mezcla de hierbas y especias.
- Chebakia: una galleta de sésamo que se frÃe y luego se recubre con miel y agua de rosas; Es particularmente popular durante el Ramadán.
- Tajine: Un guiso cocinado a fuego lento que se puede preparar con pollo, cordero o ternera, junto con una variedad de verduras.
Fiestas nocturnas
Después de Iftar, Marrakech cobra vida con festividades nocturnas. Las calles que estuvieron tranquilas durante el dÃa vibran con energÃa mientras tanto los lugareños como los visitantes disfrutan de temperaturas más frescas e interacciones sociales vibrantes. Las tiendas y los mercados vuelven a abrir, los cafés están repletos de clientes que disfrutan de té de menta y dulces, y las plazas públicas como Jemaa el-Fna exhiben a narradores, músicos y bailarines hasta altas horas de la noche.
Prácticas espirituales
El Ramadán es también una época para intensificar las prácticas espirituales. Las mezquitas de Marrakech albergan oraciones prolongadas llamadas Taraweeh , que se llevan a cabo después de la oración nocturna habitual. Los no musulmanes pueden observar estas oraciones desde áreas designadas dentro o fuera de las mezquitas. La Mezquita Koutoubia, con su gran arquitectura y significado espiritual, es particularmente digna de mención durante este mes.
Caridad y comunidad
La caridad, o Zakat , juega un papel crucial durante el Ramadán. Es uno de los Cinco Pilares del Islam e implica dar a quienes lo necesitan para purificar la riqueza. En Marrakech encontrarás numerosas actividades benéficas durante todo el Ramadán. Muchas mezquitas y grupos comunitarios organizan colectas de alimentos y ropa para distribuir entre los pobres.
En conclusión,
El Ramadán en Marrakech ofrece una visión profunda de la vida espiritual y comunitaria de los marroquÃes. Para los viajeros que buscan una auténtica experiencia cultural, visitar este mes sagrado brinda una oportunidad incomparable de presenciar la fe en acción en medio de una de las ciudades más hermosas de Marruecos.