Los diversos paisajes de Marruecos han cautivado durante mucho tiempo la imaginación de cineastas de todo el mundo. Con sus vastos desiertos, ciudades antiguas y montañas escarpadas, no es de extrañar que esta joya del norte de África se haya convertido en un destino ideal para contar historias cinematográficas. La belleza natural y las maravillas arquitectónicas del país han proporcionado el telón de fondo perfecto para muchas películas icónicas, especialmente aquellas ambientadas en contextos históricos o que buscan un lugar exótico.
De Ouarzazate a Ait Benhaddou: el sueño de un cineasta
El viaje a través de los paisajes cinematográficos de Marruecos suele comenzar en Ouarzazate, acertadamente apodado 'Ouallywood'. Esta ciudad no sólo alberga los Atlas Studios , uno de los estudios cinematográficos más grandes del mundo, sino que también sirve como puerta de entrada a varios lugares impresionantes. Cerca se encuentra el pueblo fortificado de Ait Benhaddou, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que ha aparecido en numerosas películas como 'Gladiador' y 'Lawrence de Arabia'. Su arquitectura de arcilla y su aura atemporal lo convierten en un escenario ideal para epopeyas históricas.
Explorando el Sahara: un océano de arena
El desierto del Sahara ofrece una extensión de dunas doradas que parecen extenderse hasta el infinito. Este majestuoso mar de arena ha sido escenario de escenas de películas como 'La Momia' y 'El Príncipe de Persia: Las Arenas del Tiempo'. El paisaje en constante cambio del desierto proporciona una sensación de misterio y aventura que es difícil de replicar en otros lugares. Para aquellos que buscan la mejor experiencia en el desierto, campamentos de lujo como Scarabeo Camp en Agafay ofrecen una muestra de la vida nómada con un toque de elegancia.
Marrakech: un crisol cultural en la pantalla
Marrakech, con sus vibrantes zocos y palacios históricos, ha acogido una variedad de producciones cinematográficas. La animada plaza Jemaa el-Fna de la ciudad y el tranquilo Jardín Majorelle son sólo algunos de los lugares que han encantado a los espectadores. Películas como 'El hombre que sabía demasiado' y 'Sexo en la ciudad 2' han utilizado la combinación única de tradición y modernidad de Marrakech para crear momentos cinematográficos inolvidables.
- Plaza Jemaa el-Fna : un animado centro de cultura y comercio.
- Jardín Majorelle : Un oasis de calma en medio del caos de la ciudad.
- Palacio El Badi : un testimonio de la gran historia de Marruecos.
Casablanca: donde la modernidad se encuentra con la historia
Aunque se asocia principalmente con la película clásica que lleva su nombre, Casablanca es más que un simple telón de fondo romántico. La combinación de arquitectura Art Déco y cultura marroquí moderna de la ciudad ofrece un paisaje urbano único para los cineastas. Su entorno costero también ofrece impresionantes vistas al océano que aumentan el atractivo visual de cualquier producción que se desarrolle aquí.
Tánger: la puerta de entrada entre mundos
Tánger ha sido conocida durante mucho tiempo como un cruce de caminos entre África y Europa, lo que la convierte en un crisol de culturas. Esta atmósfera cosmopolita ha atraído a cineastas que buscan una ubicación que pueda servir para varios escenarios internacionales. Películas como 'Origen' han aprovechado el ambiente ecléctico de Tánger para transportar al público a otro lugar completamente diferente.
Fez: una inmersión en el pasado medieval
La antigua ciudad de Fez es como retroceder en el tiempo con su arquitectura medieval y sus calles laberínticas. Ofrece una visión auténtica de la rica historia de Marruecos, razón por la cual ha sido elegido como lugar para películas y piezas de época ambientadas en un pasado lejano. La antigua medina, con sus curtidurías y talleres tradicionales, ofrece una variedad de estímulos visuales que son a la vez crudos y cautivadores.
Al explorar estos lugares, se puede ver por qué Marruecos sigue siendo un destino favorito para los cineastas que buscan las localizaciones cinematográficas más impresionantes . Cada sitio cuenta su propia historia y agrega capas de profundidad a las historias cinematográficas contadas dentro de sus límites. Ya sean las amplias dunas del Sahara o las bulliciosas calles de Marrakech, los paisajes de Marruecos son tan variados como impresionantes y brindan una inspiración infinita para historias que aún no se han contado en la pantalla.